viernes, 26 de agosto de 2011

ARTÍCULO: EN LA EDUCACIÓN, ¿QUÉ ES MÁS IMPORTANTE, EL INTERÉS O LA NECESIDAD?


Esta pregunta situada en el contexto de la educación, el estudio y la investigación, plantea un debate que es necesario aclarar. Lebedinsky (1984) cita a Mace indicando que la curiosidad es el apetito de la mente. Cuando se estudia, la información se retiene mejor si constituye la respuesta a una pregunta, por lo que se debe dejar aflorar y aclarar preguntas para después formular otras. Al estudiar, lo que predomina es el objetivo, la motivación y el interés. El resto se subordina a ello. Pero ¿de dónde surge el “interés”? Para responder esta pregunta se partirá de la génesis del deseo de investigar en las personas.

Siempre será un misterio la forma de como la naturaleza expresa sus leyes. La supervivencia de los organismos, incluido el humano, ha comprendido la creación o modificación de múltiples procesos biológicos.

El humano desde su nacimiento necesita cubrir las necesidades que le permiten desarrollarse. Si la satisfacción de algunas necesidades básicas no produciría placer, el ser humano habría desaparecido hace mucho tiempo. Los procesos naturales relacionados con la supervivencia influyen en la modificación de las funciones corporales como medio de adaptación. Si no se sintiera placer al saciar el hambre, la sed y el sexo, la especie humana no existiría. De la misma manera como ocurre con el placer, también la aversión cumple una función natural. Si no experimentáramos miedo o rechazo, el humano sería presa fácil de depredadores. La necesidad de protección y autoprotección es central en la supervivencia.

Desde un abordaje neurológico, las experiencias del placer y aversión, de recompensa y castigo están coordinadas por estructuras cerebrales llamadas “circuitos límbicos”. Existen tres circuitos límbicos: El tracto mamilo talámico, el circuito septo-hipocámpico y el circuito amigdalino. Para algunos autores existe un tercero localizado en la parte media frontal del cerebro.

De ellos el circuito septo hipocámpico es el más complejo debido a que por sus conexiones, hay una entrada importante de actividad cognitiva en forma de memoria e imaginación. Ocupa una parte significativa del cerebro: área septal, giro cingular, hipocampo, forníx, tálamo, hipotálamo y cuerpos mamimlares. Este circuito está relacionado con las sensaciones de placer.

La parte media frontal del cerebro es el mayor centro del placer, produce el mayor efecto de refuerzo más importante de todas las estructuras límbicas. Las propiedades reforzantes son tan fuertes que una rata famélica ignorará la comida si tiene la posibilidad de pulsar una palanca y recibir así estimulación eléctrica en esa parte (Routtenberg y Lindy, 1965). Esta estructura se relaciona también con las acciones voluntarias. En esta situación de sobre estimulación, la voluntad queda supeditada.

La dopamina es el principal neurotransmisor participante en estas estructuras y está relacionado con el placer. Existen muchas situaciones que estimulan su producción. Las drogas son una de ellas. De esta manera se explica que los farmacodependientes tengan conciencia del daño que les causa las drogas y sin embargo presenten severas dificultades para evitar su autoadministración. La voluntad se subordina a la vivencia del placer como emoción producida al estimular la producción de la dopamina en los circuitos límbicos en que interviene. Es el precio que debe pagar el ser humano como producto del ciclo evolutivo en el proceso de adaptación y supervivencia (Tirapu, 2004).

Desde un abordaje psicológico, Maslow propone una “Jerarquía de necesidades” que es fundamento de la motivación. Estas necesidades van desde las orientadas hacia la supervivencia hasta las orientadas hacia el crecimiento. También existen dos tipos de motivaciones: De carencia y de crecimiento.

Motivación de carencia: Está determinada por las Necesidades fisiológicas, necesidades de protección y seguridad, necesidades de amor y pertenencia, y la necesidad de valoración. La motivación de

Motivación de crecimiento: Determinada por la Necesidad de autorrealización

En el ser humano existen tres componentes que lo diferencian de los demás organismos. Lo cognitivo, lo afectivo y lo volitivo. Su personalidad es una función que integra y regula estos tres componentes. Consecuente con la evidencia de la postura neurológica, la esfera afectiva subordina a lo cognitivo y lo volitivo. El humano hace lo que siente y no necesariamente lo que piensa. Pero, ¿qué determina a la afectividad? El niño desde su nacimiento se relaciona con objetos y con personas. La experiencia y las relaciones que construya con ellos influyen en su organismo, desde las estructuras internas más elementales hasta las más complejas. Las estructuras límbicas son evolutivamente más arcaicas que las cognitivas, son comunes a todos los animales. Por lo que la acción del medio sobre el sujeto actúa primero sobre ellas. La afectividad depende de la experiencia, las vivencias son la base de la afectividad (González Rey, 1984).

Las vivencias del niño con su entorno parten de sus acciones con los objetos y con otros sujetos. Estas vivencias pueden ser generadas por el sujeto o no. Pero ellas traen consigo señales, comunicaciones, objetos, movimientos, etc. Estos elementos pueden cumplir una función de satisfacción de una necesidad. A estas edades donde la personalidad empieza a estructurarse, el pensamiento es práctico y el sincretismo copa su visión del mundo, se satisfacen muchas necesidades de forma inconsciente. Su yo se orienta algunas veces de forma consciente y otras de forma inconsciente, a la búsqueda de una saturación de las necesidades planteadas por Maslow. Esto origina un estado de alerta que orienta los componentes cognitivos y volitivos hacia los potenciales sujetos, objetos o situaciones que saciarían sus carencias.

Es un proceso natural de adaptación que según Piaget (1973), al citar a Dewey, explica como el yo se identifica con una idea o un objeto, cuando se encuentra en ellos un medio de expresión y se le convierten en el alimento necesario para su actividad. Este evento toma el nombre de “interés”. Por eso Piaget postula que la inteligencia entendida como proceso cognitivo, sea práctica o reflexiva, descansa sobre un interés.

Desde la pedagogía científica, Piaget indica que la inteligencia es la adaptación por excelencia, y el interés es el aspecto dinámico de la asimilación. Si las operaciones intelectuales se relacionan con la adaptación y estas a su vez con factores emocionales, entonces los intereses tienen su base en las necesidades, aspecto central en la supervivencia del hombre.


Referencias

González, F. (1986). Psicología de la personalidad. La Habana. Editorial Pueblo y Educación.

Lebedinsky, M. (1984). Notas sobre la metodología del estudio y la investigación. México. Editorial Cartago.

Piaget, J. (1973). Psicología y pedagogía. Barcelona. Editorial Ariel.

Reeve, J. (1994). Motivación y emoción. Madrid. McGraw Hill

Routtenberg, A & Lindy, J. (1965). Effects of the availability of rewarding septal and hypothalamic stimulation on bar for food under conditions of deprivation. Journal of Comparative and Physiological Psychology.

Tirapu, J., Landa, N. & Loera I. (2004). Cerebro y adicción: una guía comprensiva. Departamento de Salud. Gobierno de Navarra.

jueves, 25 de agosto de 2011

III Congreso Uruguayo de Educación Matemática


Estaré representando Ecuador y a la Universidad laica Vicente Rocafuerte en el III Congreso Uruguayo de Educación Matemática a celebrarse en Montevideo el próximo 19 y 20 de septiembre del 2011.

Presentaré la ponencia ‘El dominio de conceptos matemáticos en profesoras de preescolar: una comparación Ecuador México’.

Para mayores detalles consulten la edición del día sábado 20 de agosto del diario PP el verdadero:

http://www.ppelverdadero.com.ec/index.php/ppmix/item/ecuatoriano-invitado-a-iii-congreso-uruguayo-de-educacion-matematica